#Inversión: Oportunidades de nicho se destacan en el presente de Argentina

 

Mientras algunos se entusiasman con gráficos que solo suben, y gurúes de ocasión profetizan un nuevo boom inmobiliario en Argentina, la realidad es que los mercados amplios, los créditos masivos y las ventas a público general están en pausa. Eso no quiere decir que no haya oportunidades. Solo que no están donde siempre las buscaron.

En un país donde la macro baila al ritmo de la incertidumbre, la inflación dejó cicatrices profundas y el salario real no convalida aumentos de precios, pensar que todo va a subir porque “siempre lo hizo” es más un rezo que un análisis.

Pero hay excepciones reales, comprobadas y vigentes, que tienen todo para escapar a los peores escenarios posibles. Nichos con demanda real, ingresos constantes y respaldo tangible como el Housing en Vaca Muerta, que no deja de darnos buenas razones para seguir invirtiendo.

Mientras el mercado tradicional espera que los ladrillos vuelvan a brillar, en la zona más activa de la industria energética argentina, la ocupación habitacional se mantiene cercana al 100%. Faltan casas. Faltan camas. Faltan soluciones. Sobran oportunidades. 

Miles de técnicos, operarios y contratistas llegan todo el año, sin que nadie les ofrezca vivienda adecuada. Y eso que las empresas pagan. Y pagan bien. Allí no hay “expectativas”. Hay contratos, necesidad operativa y demanda diaria.

Nuestros desarrollos de housing corporativo no dependen de que suba el dólar, ni del resultado electoral, ni de la tasa del BCRA. Dependen de algo más sólido: la expansión imparable del shale oil y gas, que ya atrae inversiones de todo el mundo y empuja infraestructura, logística y empleo.

La inversión es simple:

• Inmueble propio.

• Ingreso en dólares.

• Gestión profesional.

• Alta rentabilidad (dos dígitos netos).

• Todo bajo control, con respaldo jurídico e inmobiliario.

¿Bull market? Puede ser. Pero en el corto plazo difícilmente provenga los carteles de “se vende” que cuelgan hace años en las grandes ciudades. Vendrá de atender necesidades reales, con soluciones inteligentes, en nichos donde el mercado no está saturado, sino desbordado.

Vaca Muerta no es una posibilidad. Es una urgencia concreta. Y como toda urgencia, bien atendida, se convierte en la mejor oportunidad para los inversores que la ven. 



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